Con la tasa de ahorro familiar más baja desde el año 2000 (en 2012 cayó 2,8 puntos hasta situarse en el 8,2% de la renta disponible, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística) cada vez es más complicado hacer frente a los posibles imprevistos que se presentan “tirando” de ahorros. Una situación que ha llevado a muchas personas a tener que buscar soluciones financieras con las que solventar esos problemas puntuales de falta de liquidez.

Mini préstamos y tarjetas de crédito se presentan en estos momentos como dos de los instrumentos financieros más utilizados para solucionar estos imprevistos. Su inmediatez y su comodidad serían dos de las variables que caracterizan ambos productos que, utilizados adecuadamente, sirven para obtener efectivo a corto plazo, pero que mal usados pueden suponer un estrangulamiento grave de la economía familiar.

Veamos a continuación cuáles son las ventajas e inconvenientes de elegir uno u otro producto para financiarse ante un gasto no esperado.

Ventajas e inconvenientes de las tarjetas de crédito

Aunque la crisis ha incidido en el uso de las tarjetas de crédito (cada vez más gente utiliza las tarjetas de débito en detrimento de las de crédito como una forma de controlar más el gasto), lo cierto es que las tarjetas de crédito son uno de los instrumentos más idóneos para atender un imprevisto.

Son varias las ventajas de utilizar el dinero de plástico para solventar un problema puntual de liquidez:

  • Solo se pagan intereses por el capital utilizado.
  • Posibilidad de controlar en todo momento la situación de nuestras cuentas bancarias.
  • Ofrecen flexibilidad, ya que las tarjetas de crédito dan la posibilidad de financiar las compras o los gastos de distintas maneras: fraccionando los pagos, mediante plazos mensuales o pagando un porcentaje sobre la deuda.
  • Interés cero. El cliente puede tener acceso a financiación a bajo coste e incluso a coste cero ( y sin garantías) si paga a tiempo el total del dinero adeudado. Es decir, las tarjetas de crédito no aplican intereses si la deuda se liquida mes a mes. Sería, por tanto, como recibir un préstamo a un mes a interés cero.

No obstante, al utilizar el crédito disponible en una tarjeta de crédito se aconseja ser especialmente cuidadoso ya que un mal uso del dinero de plástico puede acarrear importantes problemas financieros. Para ello es aconsejable tener en cuenta varias premisas:

  • Si se tiene que solicitar la tarjeta, ésta tardará entre 10 días y un mes después de haber realizado la solicitud.
  • Los requisitos para obtenerlas son mayores que en el caso de los minipréstamos.
  • El importe al que se accede a través de una tarjeta de crédito es limitado, sobrepasarlo traerá consigo problemas financieros.

Tenga en cuenta que, en caso de retraso en el pago de la deuda contraída con una tarjeta de crédito, a la comisión por reclamación de posiciones deudoras ( con un coste que suele ser de 35 euros) se añadirá la comisión por sobre excedido de la tarjeta de crédito (que tiene un importe fijo de 30 euros) sin olvidarse de los intereses de demora, que en el caso de las tarjetas de crédito suelen superar el 20% TAE.

Ventajas e inconvenientes de los mini préstamos

La dificultad de acceso a la financiación bancaria ha puesto el foco de atención en el mercado de los mini préstamos. Un mercado en auge en nuestro país que ha visto crecer exponencialmente su volumen en los últimos años. Se trata de préstamos de baja cuantía ( no suelen superar los 600 euros) que se conceden en apenas unos minutos y sin demasiados requisitos.

Por lo general, las empresas que comercializan este tipo de productos no exigen más que ser mayor de edad y no estar en un fichero de morosos. En algunas ocasiones pueden exigir tener la nacionalidad española o la tarjeta de residencia, en su defecto.

Utilizados adecuadamente, los mini préstamos son un instrumento válido para solventar un gasto imprevisto aunque bajo ningún concepto se aconseja usarlos como forma habitual de financiación. A la hora de contratar uno de estos productos financieros se aconseja tener en cuenta varios factores:

  • Las empresas que los comercializan no son empresas financieras sino compañías de capital privado, por lo tanto, no gozan de la supervisión ni del Banco de España ni de la CNMV.
  • Los plazos de amortización de estos productos son muy cortos ( en algunas ocasiones de tan sólo 15 días). Es recomendable antes de firmar un mini préstamo tener la certeza absoluta de que se podrá devolver el capital prestado más los intereses en el plazo de tiempo establecido.
  • El tipo de interés que aplican los mini préstamos es el más alto del mercado. Suele situarse entre el 22 y el 28% del dinero solicitado.
  • En caso de retraso en el pago de la deuda, estas empresas aplican unos intereses de demora muy elevados. Se sitúan en torno al 20% del principal.

Ya ven que estos dos productos financieros -mini préstamos y tarjetas de crédito- sirven para hacer frente a un gasto imprevisto y que su uso adecuado no acarrea ningún problema. Eso si, se recomienda no utilizar ninguno de estos instrumentos como fuentes habituales de financiación.

Artículo facilitado por Bankimia.com

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