La elaboración de un presupuesto va de la mano con el ahorro. El primer paso para ahorrar es hacer un inventario de las cosas que necesitamos para así comprobar donde podemos recortar gasto superfluo. Lo mejor es comenzar examinando los gastos y así analizar donde estará el mayor ahorro e ir bajando por la escala de elementos de los que podemos extraer menor ahorro. Un ahorro moderado de los gastos más caros, la casa y el coche, unido a uno pequeño en artículos de primera necesidad, alimentos, ropa, puede convertirse en un gran ahorro en el presupuesto general.
A continuación se muestran una serie de consejos generales:
Distinción entre necesidades y caprichos: Se puede ahorrar una importante cantidad de dinero si tenemos cuidado de no confundir estas dos cosas. Las necesidades son muy simples de identificar, consisten en los elementos que son imprescindibles para mantener la vivienda, alimentación, el vestido y el transporte. Los caprichos, por otro lado, son esas cosas que mejorarían nuestra vida pero de los que se puede prescindir o moderar. Por ejemplo, un coche es una necesidad. A menos que sea necesario para su negocio un coche deportivo caro, es un capricho, aunque hay gente que no lo ve así, es común oír, o decir, la frase “tengo una necesidad imperiosa” cuando el significado real seria “me apetece…” o “tengo ganas…” Esto no quiere decir que no podamos disponer de lo que queremos pero pasar de nuestro presupuesto y auto engañarse confundiendo lo que necesitamos con lo que meramente deseamos es la receta para el desastre de nuestra economía.
¿Menos es mejor? Tal vez por adquirir malas costumbres en un buen momento, por aparentar, o por ego, para muchos de nosotros parece que siempre es mejor comprar cosas grandes, de marca, sin importar lo que cueste. Cuando un coche barato o de segunda mano puede ser más que aceptable, forzamos nuestro presupuesto para comprar uno caro o innecesariamente de 1ª mano. Otro ejemplo es comprar siempre ropa de marca. Optar por cenar en un restaurante de moda de 50 euros cuando uno de 15 o 20 euros habría sido igual de delicioso. Piense como introducir pequeños cambios puede obtener ahorro
Probar cosas antes de comprar: Esta práctica consiste en pedir prestadas o alquilar cosas de las que estamos encaprichados para así comprobar si es realmente necesario y sobre todo si no es algo de lo que nos cansaríamos en poco tiempo. Como este truquillo hay cientos, lo importante es cambiar nuestra filosofía de consumo, lo que no quiere decir que hay que cambiar de filosofía de vida, solo hay que evitar el despilfarro y tener en cuenta el ahorro.